Con la progresiva vuelta a la normalidad que estamos experimentando en las últimas semanas, las actividades comerciales están volviendo, poco a poco, a los registros que experimentaban antes de la llegada de la pandemia. Es una buena noticia, qué duda cabe. Llevamos un año y medio muy duro y recuperar la normalidad es algo que, desde luego, todo el mundo necesita tanto para ganar en calidad de vida como para ver reflotados sus negocios y sus puestos de trabajo. La vacuna está permitiendo que eso sea realmente posible tanto en nuestro país como en muchos otros territorios de mundo.
Una de las actividades que está notando esta vuelta a la normalidad es, sin duda, el transporte de mercancías. Hablamos de una cuestión que fue calificada como esencial por parte de los diferentes agentes sociales durante los peores momentos del confinamiento del año pasado, pero que, al parar buena parte de los negocios de este país, lógicamente vio mermados sus guarismos. Ahora que las aguas están volviendo a su cauce, una actividad como esta, que es clave en el correcto desarrollo de una economía, está recuperando la senda del crecimiento que venía demostrando desde que salimos de la crisis anterior, la iniciada en 2008.
El transporte de mercancías, que es un barómetro perfecto para comprobar cuál es la salud económica de un país, venía dándonos buenas alegrías en los últimos tiempos de la mano de la mejora de los números económicos de nuestro país. Buena prueba de ello es la noticia que os dejamos a continuación y que es propiedad de Alimarket. En ella, se indica que, en el año 2016, los sectores del transporte y de la logística crecieron un 4’2% en el interior de nuestras fronteras. Era una subida fuerte y que dejaba claro que las cosas estaban cambiando para bien en España.
Una actividad crucial para cualquier empresa
Hablamos de una actividad que, en el seno de cualquier empresa, es de una importancia tremenda. Y lo es porque, como apunta un artículo publicado en la web Internacionalmente.com, sirve como vínculo primero entre los proveedores y las empresas, y después entre las empresas y sus clientes. Que se rompa alguna de esas dos cadenas significaría un grave perjuicio para la actividad comercial que tratamos de desarrollar y no cabe la menor duda de que, a día de hoy, el principal cometido de cualquier emprendedor es que el transporte de sus materias primas o de sus productos ya terminados se ejecute rápido y sin problemas.
Si el transporte de mercancías funciona de manera eficiente en una sociedad, es bastante probable que la economía de esa sociedad goce de una buena salud. Es la premisa que manejan los economistas y los empresarios del momento actual. Por eso, han redoblado sus esfuerzos en garantizar que esos transportes sean eficaces y contribuyan de un modo sustancial a la fluidez de su trabajo diario. Los profesionales de Trasportes Internacionales nos han indicado en una charla reciente que sigue creciendo el número de empresas que requieren de servicios como estos y que los catalogan como imprescindibles a la hora de conseguir la tan ansiada rentabilidad en su actividad.
El comercio electrónico, la causa
Ese aumento y repunte de la popularidad del transporte de mercancías responde a algo, como seguro que muchos y muchas os estabais imaginando. Y sí, la respuesta es la gran popularidad, a su vez, que ha adquirido el comercio electrónico, que ha sido una de las herramientas imprescindibles para reactivar una economía maltrecha (después de la crisis del 2008 y ahora que parece que el coronavirus deja de ser una amenaza tan grande) y para incentivar el consumo.
No cabe la menor duda de que quien no confíe en el transporte de mercancías (en cualquiera de sus variantes: carretera, ferrocarril, aérea o marítima) está condenado a ver cómo se extingue su empresa. Siempre ha sido una actividad muy importante para garantizar el éxito de cualquier tipo de comercio, pero lo es todavía más ahora que los tiempos de entrega de un producto se valoran tanto como su precio. Es evidente que la sociedad ha cambiado y que este es uno de los reflejos más grandes que nos podemos encontrar al respecto.
Y no nos cabe duda de que la importancia de una actividad así va a seguir creciendo y creciendo con el paso de los años. Van a seguir produciéndose mejoras que nos hagan disponer de una mercancía mucho más rápido y con menores errores e incidencias. La tecnología es una buena aliada para ello y seguro que no nos va a fallar en lo que a la consecución de ese objetivo se refiere. Es evidente que de esto depende el futuro de una sociedad como la nuestra… y como la de tantos y tantos países en la Tierra.