¿Conocéis cuál es la salud del sector editorial en España y a quién preocupa? Grandes e importante editoriales como Ediciones Aljibe, conocida por sus libros sobre educación, entre otros temas, así como otras muchas centradas por ejemplo en el sector de la literatura como forma de ocio se lo preguntan todos los días. A estas empresas está claro que el sector les preocupada como negocio, pero el Gobierno ha empezado a planteárselo desde dos puntos de vista, y en de la salud del mismo dependerá cómo vayan estos dos pilares.
El principal pilar es que la literatura o el sector editorial es una parte importante del movimiento de la economía de nuestro país. Desde los libros de texto, pasando por las novedades literarias o los manuales hasta los diccionarios, se mueve mucho dinero en España. Y se generan muchos puestos de trabajo también, porque debemos tener en cuenta que el sector del libro no es solamente la editorial, sino que es también el de la imprenta, en de los transportistas, el de los correctores ortotipográficos, el de los maquetadores, e incluso en de las grandes superficies y librerías que los distribuyen y que normalmente son las que se llevan el pedazo mayor de la tarta.
Pero además, el libro es cultura. Y de su promoción depende en gran medida en nivel que tengamos en nuestro país. Muchos conocimientos, no solamente los específicos, pasan por leer. Con un buen libro en el fondo aprendemos a escribir porque no vemos erratas y se nos van quedando en la retina a fuerza de repetición las escrituras correctas de las palabras, también viajamos, conocemos el pasado, etc., y como decíamos, si queremos profundizar, podemos ir más allá y comprarnos un manual propio de la disciplina que nos interesa.
Es por esto que la Comisión de Cultura del Senado acogió la presentación del informe de conclusiones ‘El sector editorial y las nuevas tecnologías’, presentado por el presidente de esta Comisión del Senado, el riojano Pedro Sanz.
El informe analiza la situación en la que se encuentra el sector del libro y sus trece expertos realizan unas sugerencias acerca de por dónde debe discurrir su futuro. Entre estas propuestas figuran profundizar en la defensa de los derechos de autor, continuando con el refuerzo de los mecanismos de lucha contra la piratería; y avanzar en la homologación de la fiscalidad del libro en papel o formato electrónico. Además, se inclinan por proporcionar el apoyo financiero a las inversiones dirigidas a la reconversión tecnológica del sector editorial; favorecer la internacionalización y la presencia en los mercados hispanohablantes e incrementar la inversión de las autoridades educativas en contenidos y no solo en soportes son otras de esas propuestas.
“Es necesario apostar por la renovación de la industria editorial española y el reto que tenemos sobre la mesa es continuar impulsando la reconversión del sector editorial, ya que es el momento de favorecer una nueva edad de oro para nuestras letras”, explicó Sanz, quien agregó que hay que “contribuir a afianzar esta expansión de un sector vital, no solo para el avance de nuestra economía, sino para la consolidación de nuestro progreso cultural y social”, puesto que “el sector editorial es la principal industria cultural española y uno de los más dinámicos de nuestra economía”.
Dan fe de estos unos datos del informa que indican que en el año 2014 el sector editorial español facturó 2.195,80 millones de euros, editó 78.508 títulos y se vendieron 153,62 millones de ejemplares. En definitiva, un sector para nada en crisis y al que apoyar desde todos los ámbitos para que siga siendo uno de los pilares a tirar de la economía y también de la cultura.