Aprender a delegar, la clave de un buen empresario

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¿Quién dijo que llevar tu propio negocio era sencillo? ¿Nadie verdad? Pues se ve que yo me lo saqué de la manga porque he intentado hacerlo todo y creerme, es imposible. Por fin me convencieron para delegar y claro, lo primero que hice fue buscar la mejor asesoría laboral en Santander y me recomendaron TFS Abogados & Asesores, y la verdad, menos mal que hice caso y los contraté.

Realmente me estaba cargando de un trabajo que era mucho más sencillo de lo que yo pensaba pero que por puro desconocimiento complicaba a todas horas. La realidad es que no puedes llevarlo todo tú sólo porque al final tu cuerpo se rompe, que era exactamente lo que estaba a punto de pasarme a mí. Coges las cosas con muchas ganas al principio y como necesitas ahorrar dinero por todas partes te echas tú mismo todo el trabajo a la españda y lo que acaba pasando es que puedes llegar a meter la pata hasta al fondo e incluso perder dinero porque no se puede ser especialista en todo y el que pretende serlo lo que acaba consiguiendo es ser experto en nada.

El problema de todo esto es que ahora soy consciente de que lo de delegar se aprende, nadie nace sabiendo, y mucho menos alguien que tiene alma de emprendedor y lleva lo de dirigir en la sangre. Al principio crees que sólo lo que pasa por tus manos es lo que está bien hecho o, al menos, lo que sabes que está bien hecho y por eso necesitas ser partícipe de todo, tanto como el comer, y por eso eres incapaz de dejar pasar algo sin ser revisado por ti mismo y lo que acaba ocurriendo es que no te queda tiempo ni para respirar. Pero esa es la realidad, que tú no te quedas tranquilo si no haces tú mismo las cosas. Y he ahí el mayor problema de todos.

La confianza es algo que se gana poco a poco pero el empresario debe aprender a confiar, tanto en sus trabajadores como en los servicios que contrata porque de lo contrario estás pagando prácticamente por nada y tu nivel de estrés puede llegar a cotas inimaginables.

A veces pienso que no somos conscientes de la cantidad de enfermedades que podemos llegar a tener por culpa del estrés, y ya no hablo sólo de nervios, ansiedad o depresión, no, hablo de problemas físicos que nos vamos provocando nosotros mismos sin saberlo, poco a poco, y que cuando conseguimos detectarlos puede que ya sea demasiado tarde. Es mejor prevenir que curar, ya lo dicen nuestros mayores y tienen toda la razón del mundo.

Por eso, desde aquí os recomiendo lo que yo no hice, delegar, descansar y confiad en vuestros trabajadores que ellos os darán momentos de descanso y salud.