La protección física del trabajador

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Gobiernos y empresas deben cumplir la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Eso dice UGT y este tema es algo que me toca desde muy cerca porque, tras pasar por lo que pasé en dos trabajos diferentes, ahora que tengo mi propia empresa es algo que llevo a rajatabla. En ello me aguda Sermecon, la empresa de prevención de riesgos laborales con la que llevo trabajando desde el primer día, y hasta hoy no tengo queja ninguna, al contrario.

Sermecon es, en mi opinión, una de las mejores empresas que se dedican a este sector, al menos en Alicante, y no la cambiaría nunca porque son como yo. Se preocupan porque todo se cumpla y todo el mundo sepa lo que tiene que hacer en todos los casos y llevan la ley a rajatabla.

Hace años trabajé en dos pequeñas empresas de hostelería con las que sufrí más de un accidente porque no cumplían las normas de prevención de riesgos laborales. En la primera teníamos un horno enorme donde cocinábamos pan a diario y los guantes con los que sacábamos las bandejas ardiendo de dentro de dicho horno llegaban sólo hasta la mitad del antebrazo. Más de una vez comenté en voz alta delante de los encargados que si yo tenía que meter el brazo hasta  casi el hombro para sacar la bandeja de un horno ardiendo no era normal que el guante me llegara sólo hasta antes del codo pero ellos sólo me decían que llevara cuidado. Me quejé al director de la empresa y me dijo que buscaría una solución que jamás llegó hasta que una compañera mía se quemó, desde el antebrazo hasta poco antes de llegar al hombro.

Pero claro, como el encargado no era el que se iba a quemar le daba igual ¿verdad?

En otra empresa, en la que me hacían fregar el suelo todos los días a las 21:00 horas, que era cuando cerrábamos, pedí que me dejaran sacar mis cosas del vestuario hasta la puerta por dos motivos: el primero para no pisar el suelo aún mojado y el segundo para no resbalar. Pero ellos me dijeron que no, porque si las empleadas empezábamos a sacar las cosas antes de hora acortaríamos el tiempo de recogida y ellos nos pagaban hasta las 22:00 aunque la tienda cerrara a las 21:00 para que lo dejáramos todo limpio y recogido para el día siguiente.

En esta ocasión fui yo la lesionada. Me resbalé como ya predije y me rompí el tobillo derecho. Estuve de baja casi dos meses y luego me despidieron.

Ahora  que he montado mi propia panadería-cafetería cumplo todas las  normas y en cuanto mis empleados tienen una queja me hago cargo enseguida. Sermecon viene cada seis meses a ver el local y ofrece cursos a todos los que hayan sido contratados y que aún no hayan hecho el curso y yo me aseguro, la primera, de tener todo el material en perfectas condiciones.

Si sólo la mitad de las empresas hicieran lo mismo que yo estaríamos todos más protegidos pero muchos pasan porque no les pica a ellos así que desde aquí pido que la noticia de UGT se cumpla y que todas las empresas que no cumplan con los mínimos sean investigadas y sancionadas.