¿Qué hacer cuando una empleada sufre depresión a causa de la infertilidad?

El secreto para que toda empresa funcione es que sus trabajadores, por una parte, se encuentren motivados ya sea por una razón económica, por una de sentimiento de pertenencia o por otra de reconocimiento personal. Por otra parte, para que una empresa opere correctamente es también imprescindible que sus empleados y empleadas se encuentren felices y que su vida personal transcurra por los senderos que ellos y ellas siempre soñaron. En este punto, conviene decir que quizá es más difícil encontrar trabajadores y trabajadoras felices que motivados.

Pongámonos en el punto de vista de ellas y en cómo afecta a su vida profesional uno de los problemas que más incidencia tiene en su vida: la infertilidad. Lo cierto es que esta es una de las problemáticas que más depresión causa entre las mujeres por razones más que obvias. Se trata de una situación que puede cambiar nuestra vida totalmente. Si nuestro mayor deseo es tener un hijo o hija y no tenemos esa posibilidad, ¿qué motivos encontramos para sonreír? El resultado está claro: menor rendimiento en el trabajo y peores resultados.

La página web Consumer.es hizo un análisis de los efectos que tiene este tipo de depresión en la mujer. La infertilidad es una cuestión que afecta más a ellas que a los hombres y que genera una serie de sentimientos que son de todo menos positivos:

  • Se produce un aislamiento social y personal que no beneficia en nada a la mujer.
  • Se produce un sentimiento de culpa o, peor aún, de culpabilización a nuestra pareja.
  • Se produce ansiedad, una mala compañera de viaje.
  • Finalmente, el resultado de todo ello es una depresión que puede jugar una mala pasada a la vida de la mujer.

Con todos estos ingredientes, parece lógico pensar que la infertilidad de una mujer afecta a su rendimiento en la empresa. ¿Qué puede hacerse al respecto? Desde su entidad, la mayor de las necesidades es mostrar comprensión y ayuda. Ayudar en todo lo que sea posible y demostrarle a la trabajadora su verdadera importancia dentro de la empresa son factores que a buen seguro le ayudarán a recuperar su autoestima, dejar atrás ese mal periodo de su vida y a recuperar, de un modo u otro, la sonrisa y la eficacia en su trabajo.

Lo que sin duda puede hacer que una mujer supere la depresión por su infertilidad y comience a recuperar su eficacia en el trabajo no es otra cosa que una donación de óvulos. Los profesionales de Ivi Dona, una de las entidades que mayor relación tienen con casos como estos (que, por cierto, son mucho más frecuentes de lo que podemos llegar a pensar) aseguran que la donación de óvulos es el remedio perfecto para que las mujeres que han pasado por este trance lo superen con celeridad y vuelvan a dar el cien por cien en su vida profesional.

La mujer española es solidaria

España es una referencia a nivel europeo y también en el plano mundial cuando nos referimos a la donación de óvulos. Un artículo que hemos rescatado desde el portal web Mujeres a Seguir hace especial hincapié en que han sido muchas las mujeres que han donado sus óvulos como gesto de solidaridad, más allá de hacerlo por dinero. El perfil de la donante española es, según dicha información, de entre 18 y 25 años, solidaria y sin hijos.

La felicidad de una empleada es algo de lo que jamás podrá arrepentirse su responsable. Hay todavía mucha gente que se preocupa por el hecho de permanecer varios meses con un sustituto o sustituta como consecuencia de una baja por maternidad y que cierra la posibilidad a que se puedan cumplir los sueños de miles y miles de mujeres que no pueden concebir por sí mismas. Convertir el tipo de actuaciones de este tipo de jefes en un delito es una obligación marcada en rojo en el cuaderno de todos aquellos que defendemos la justicia.

Antes de ser empleada, una mujer es persona y, si llega el caso, madre. Y eso es lo más grande que a una mujer puede ocurrirle. Es hora de dejar los complejos y las tonterías a un lado. Una empleada feliz es una empleada productiva aunque tenga que estar de baja un número de meses determinado como consecuencia de su maternidad. Es de primero de empresariales. Es una regla que siempre se debe respetar.