Piscinas privadas, el negocio del futuro

Un artículo del diario El País publicado en su página web el 7 de julio de este año daba una visión global de la situación de las piscinas privadas en España. En dicha nota se hacía referencia a que en el país existe más de un millón de piscinas que son de uso privado y que durante la crisis económica han sido pocos los que han apostado por construir nuevos modelos o reformar los ya existentes, que lo necesitaban de manera imperiosa puesto que el parque tenía una media de 18 años y un equipamiento bastante deficiente.

Es el momento de que eso empiece a cambiar. El verano está a punto de acabar y es hora de empezar a pensar en el que viene. Hay nueve meses por delante para planificar un modelo de negocio que comienza a prosperar y que debe ser tenido en cuenta por todos aquellos que deseen conseguir un dinero extra en verano. Montar piscinas privadas para socios es una buena idea para conseguirlo.

Efectivamente, muchas personas se sienten más cómodas en una piscina privada que en una pública. Da la impresión de que no se fían de las condiciones higiénicas en las que se encuentran las segundas, un problema que es mucho menos común en las primeras. Montar una piscina privada es por tanto el medio de hacer felices a estas personas y por tanto de conseguir un buen dinero durante los meses de verano.

Está claro que, como a cualquier negocio, al principio son los propios precursores de la idea los que tienen que invertir capital. Es necesario alquilar (o comprar) un terreno, adecentarlo con césped, sombrillas o un bar, mantener cuidadas todas esas instalaciones y, por supuesto, construir una piscina que cuente con todas las medidas de seguridad homologadas y que haga las delicias de los socios. Siguiendo todos estos pasos, el éxito estará en camino.

Pero una inversión de capital al principio no tiene por qué ser elevada. La clave reside en saber cómo encontrar la mejor relación calidad-precio. Por un lado, no se puede descuidar el tipo de piscina que se escoge porque probablemente de ella dependerá el número de abonados que tenga el negocio. Por otro lado, es evidente que adquirir una piscina a precios desorbitados puede dinamitar la idea. Hay que saber encontrar el punto exacto que beneficie a una cosa y la otra y ese no es otro que Piscinas DTP.

Un canto a la comodidad

El hecho de que la piscina sea de carácter privado hace que, al contrario de lo que sucede con las que son de titularidad pública, el ambiente sea más sosegado. La clientela será selecta y esto disminuirá los problemas de espacio tanto a la hora de poner la toalla en el césped como a la hora de nadar en la piscina sin que tengamos que esquivar a cientos de personas.

Esta comodidad hará las tardes de verano mucho más placenteras para los abonados a la piscina. Si, además, se tiene en cuenta que la calidad de la piscina proporcionada por Piscinas DTP es de primer nivel, la imagen que se podrá deducir del negocio será la mejor posible. Esto, a su vez, se traducirá en un inmejorable resultado a nivel económico. La inversión merecerá la pena.

De empezar ahora, serán nueve meses para que el próximo mes de junio arranque de la mejor manera posible el negocio. El tiempo no es un problema. En ese periodo hay margen de sobra para adquirir el terreno, adecentarlo y rematarlo con la construcción de la piscina. Con los profesionales de Piscinas DTP, este último trabajo quedará hecho en muy poco tiempo.

Las piscinas privadas están cada vez más de moda. Después de un periodo de crisis que ha mellado en el interés que la gente depositaba en ellas, ahora es el momento para apostar por este sector y demostrar con los resultados que es un verdadero oasis de paz y de tranquilidad.