Una gran carta de presentación de cara a la contratación de cualquier servicio con un futuro cliente o distribuidor puede ser el coche con el que llegues a la cita o a la reunión. A lo mejor te parece algo superfluo, pero la realidad es que este mundo es superficial y que la primera imagen cuenta bastante más de lo que pensamos, aunque queramos evitarlo.
Un traje de chaqueta, un buen maletín de piel y un coche de una marca de alta gama, pueden ser los detonantes para grabar en la mente de tus posibles clientes la idea de que eres un empresario responsable, profesional y de éxito. Hoy en día, como casi siempre lo han sido, las mejores marcas para coches de ejecutivos son BMW, Mercedes-Benz, Volvo e incluso Volkswagen pero, por muy buenos que sean, no pretendáis conseguir el mismo efecto con un Renault o un Peugeot.
Uno de los coches más de moda en este sentido es el BMW M4 GTS que viene con llantas de fibra de carbono de serie. Eso sí, cuando adquieras uno de estos coches asegúrate de que puedes mantenerlo porque no se trata solo de realizar la compra sino también de lo que cuestan las piezas de recambio, o las revisiones de coches de esta gama.
Uno de los mejores talleres de BMW es Talleres Paiz, en Granada, donde son especialistas en el mantenimiento de esta marca y de su gama Mini. Pueden encargarse tanto de la reparación como del mantenimiento de los coches y cuentan con un equipo de profesionales experto en esta marca.
Ahora bien, hay que tener un poco de cabeza porque no es lo mismo que hablemos de una empresa dedicada a la representación de clientes, la publicidad o el marketing que de una empresa dedicada a la organización de deportes de aventura. En ese caso es mucho mejor llegar a la reunión en un 4×4, un todo terreno o un monovolumen deportivo y con ropa mucho más informal. Lo que tenemos que sacar de todo esto es que tenemos que adecuar nuestra imagen a aquello que queremos proyectar y no descuidar ningún detalle, ni siquiera el coche en el que llegamos.
Otra posibilidad que debemos de tener muy en cuenta es el alquiler. Puede que nuestra empresa esté empezando y no podamos permitirnos este tipo de vehículos pero, a lo mejor, sí podemos permitirnos el alquiler de uno de ellos para una reunión importante. El precio de este tipo de servicios suele rondar los 100 euros por día que, al fin y al cabo, si sólo lo necesitamos por unas horas puede merecer la pena si a cambio conseguimos firmar ese contrato tan ventajoso que estamos persiguiendo. Aunque supongo que es cuestión de que cada uno valore sus posibilidades y haga lo que crea que más le conviene para conseguir aquello que anda buscando.
Lo que no podemos es olvidar que todo cuenta, incluso nuestra forma de andar. Hay estudios que demuestran que el modo en el que andamos provoca más o menos confianza ante las personas que nos ven caminar así que, aunque no podamos cambiar nuestra forma de movernos, tal vez si podamos analizar qué no debemos hacer ante posibles clientes.