Hace mucho tiempo que llevo buscando un nuevo modelo de negocio para poder hablaros de él, de sus posibilidades y de lo positivo o negativo que es lanzarse a la aventura de montar algo nuevo e innovador y estaba empezando a caer en una pequeña depresión al comprobar que ya no innovamos, que siempre es lo mismo, puede que con diferente cara, pero todo igual.
También es verdad que hace un par de años me hablaron de las farmacias online, pero pocas son las que se han subido el negocio en Internet debido a los baches que les ponen (que por otra parte son comprensibles). Esperé a ver qué pasaba con ellas y sólo a día de hoy empiezan a verse más por este un mundo cibernético, y, aun así, hablamos de un porcentaje muy bajo en comparación con otros sectores. Así que, por un lado, las farmacias online son el tipo de negocio que estaba buscando, algo nuevo, moderno, lleno de posibilidades pero con mucho riesgo, y por otro lado son algo que lleva ya implantado varios años y que no termina de arrancar.
Un buen ejemplo es la Farmacia Ramón Ventura, una Farmacia de Barcelona que lleva más de diez años asesorando sobre productos naturales, en especial, sobre homeopatía, y que hace ya también algún tiempo, vende sus productos en Internet gracias a su tienda online. Esta es una de las pocas farmacias que, gracias a su gestión y a su trabajo, se mantienen tanto física como virtualmente.
De los más de 21800 establecimientos físicos que existen en España, solo 190 farmacias tienen su sección online pero es muy fácil de comprender los motivos. Ninguna farmacia, ni física ni virtual, puede anunciarse ni hacer promociones en su web o redes sociales, tampoco pueden vender por Internet medicamentos que necesiten receta médica (obviamente), no pueden vender a ningún cliente anónimo (deben identificarse siempre), no pueden hacer promociones o descuentos de ningún medicamento, etc.
Todo esto es comprensible. Imaginad a una adolescente avasallada con anuncios sobre medicamentos adelgazantes en Internet cada vez que entra a su Facebook o a buscar información para sus trabajos de clase. Imaginad a un hombre mayor que lee un anuncio donde se asegura que el medicamento “X” es perfecto para tratar el colesterol y que en la farmacia de la esquina si compras dos te llevas tres. Imaginad cualquier situación en la que una oferta o una promoción llega hasta un usuario proclive a ser convencido. Tened en cuenta que no hablamos de una nueva marca de ropa, o de comida, hablamos de medicamentos, naturales o no.
Sin embargo hay que tener en cuenta estos mismos impedimentos que pone el Estado para proteger a la población, son los que impiden que establecimientos farmacéuticos puedan tener cabida en Internet.
En mi opinión, lo que hace falta es una regulación que limite el tipo de anuncios o las palabras que se incluyan en el mismo, o incluso que para comprar en las farmacias deban instalarse un software mediante el cual se pueda reconocer la firma digital de un DNI electrónico y poder venderle a esa persona el medicamento que demanda teniendo controlado, en todo momento, cuantas cajas compra de ese medicamento, cada cuanto tiempo, etc.
Desconozco si es factible o no pero yo sí veo futuro en las farmacias online, lo que ocurre es que necesitan una nueva regulación que abra un poco la mano al tiempo que se asegure de proteger a los usuarios tal y como hacen actualmente con las clínicas de cirugía estética a quienes se les permite anunciarse siempre y cuando cumplan una serie de requisitos.