Hace poco acompañé a un amigo al taller Gresalba, en Argüelles. No sé si lo conocéis, pero un taller especializado de Volvo en Madrid donde profesionales especializados en esta marca te solucionan problemas tanto de mecánica como electricidad o chapa y pintura. Se trata de uno de los que tienen más fama en Madrid porque se encuentra también en un lugar céntrico y porque cuenta con una gran experiencia. El caso es que este amigo había dejado allí su coche y tenía que ir a recogerlo, pero como nosotros vivimos en Collado Villalba, le daba mucha pereza bajarse al centro de la ciudad en transporte público y me pidió que le llevase hasta allí en mi vehículo.
Se había dado un buen golpe al salir del garaje. Como no tiene sensor en la puerta automática con la que lo cierra, se vio atrapado al salir, ya que pasaba una señora caminando muy despacio y no le dio tiempo de incorporarse a la circulación y se le había hecho tarde para retroceder. De esta forma, al no querer atropellar a la buena mujer, dejó que la puerta le golpease el coche nuevo, y el arreglo, obviamente, no se lo ha cubierto la póliza del seguro.
Así, cuando salió de allí venía hablando en todos los idiomas, ya que todos llevábamos años diciéndole que debía poner un sensor en la puerta, y por ahorrarse esa pequeña cantidad de dinero, había tenido que pagar ahora una factura importante de chapa y pintura. Además, ya se sabe, aunque el golpe sea muy concentrado, en los talleres tienen que pintarte la pieza entera para que no desluzca con las de al lado y se vea como una especie de borrón.
Pues bien, a este amigo le alegré el día cuando salimos del taller porque le comenté algo que a mí, por dedicarme a la asesoría de empresas, me parecía tan básico, pero que él no lo sabía. Y es que las facturas de los arreglos del coche se pueden desgravar también en Hacienda. Al igual que los autónomos debemos entregar copia de las facturas de todos los trabajos que llevamos a cabo, también podemos mostrar aquellas correspondientes a los servicios que nosotros debemos pagar para poder llevar a cabo nuestra actividad y desgravarnos así el IVA que pagamos en estas facturas. Por ejemplo, hoy en día para casi todos los trabajos necesitamos un teléfono móvil, bien para llamar a los clientes o para recibir de ellos sus avisos. Pues el IVA de estas facturas, así como las de internet, se puede desgravar.
Y los coches, que es el caso de mi amigo y quizás el de muchos de vosotros, no son ajenos a este tipo de actividad. Muchas profesiones necesitan de un coche para poder desarrollarse, como puede ser el caso de los fontaneros, que han de desplazarse por los domicilios de los clientes porque obviamente estos no llevan las tuberías rotas a sus talleres. Pues bien, con respecto a los coches, si los utilizamos para nuestro ámbito laboral, podemos desgravar el IVA a la hora de la compra, el de la gasolina o las ruedas que necesitamos para ponerlo en marcha, y también el de las facturas de las reparaciones del mismo.
Como os decía, esto ha sido algo que ha alegrado enormemente a mi amigo, porque ha rebajado casi en un cuarto el precio de la factura al compensar el IVA de esta con el de sus trabajos. Aunque no en el momento, Hacienda rebajará esa cantidad en lo que él tenga que pagar en la siguiente declaración.
Espero que este consejo para él os haya servido también de ayuda para vosotros si lo desconocíais, ya que el coche es una herramienta básica de trabajo para muchos de los autónomos de este país, desde los médicos que van visitando enfermos por los pueblos hasta los reformistas que se pasan el día trasladando material en sus furgonetas…