Da igual el sector económico, el tipo de clientes potenciales o las aspiraciones de una empresa. La informática es, invariablemente, una herramienta imprescindible para cualquier tipo de negocio del siglo XXI. Para la contabilidad, para la organización de los turnos laborales, para desarrollar la actividad misma de la entidad,… A día de hoy, cualquier empresario deberá acudir a un establecimiento informática para empresas fiable, como M7 en Madrid, para abastecer a su entidad de unos bienes fundamentales para su existencia. De ahí que la elección de este material pase por ser una cuestión delicada, que se ha de acometer con conciencia y atención. Al menos el hardware, que es la parte que no depende de manera tan directa de los servicios de un informático especialista.
Aquí, el aparato rey sigue siendo el ordenador. Además, los ordenadores de sobremesa, con su torre, su teclado externo y su ratón. La razón se encuentra en que son más sencillos de usar, por lo general su resistencia contra el uso torpe de los empleados es mayor, su flexibilidad para incorporar complementos y actualización es también elevada y, asimismo, su precio de mercado tiende siempre a la baja, desplazado en el ámbito doméstico por opciones ligeras y manejables a título individual como el portátil, la Tablet o, directamente, el Smartphone. Por alrededor de 400 euros, en función de las características del ordenador, el empresario puede acceder a modelos de marcas de reconocido prestigio como HP o Dell. Por su parte, los Mac cuentan con una seguridad sin comparación frente al ataque de virus, y su durabilidad y servicio técnico acostumbra a ser más fiable. Pero claro, la diferencia de precio es igualmente notable. En cambio, otra opción disponible consiste en decantarse por equipos clónicos –es decir, equipos ensamblados a partir de piezas de cualquier fabricante, como por ejemplo una placa base de Asus, una fuente de alimentación Antec, una cpu de Intel, un disco duro de Western Digital, una tarjeta gráfica de Ati, un grabador de dvd de LG, etc, más un sistema operativo y software a utilizar es de libre elección, según definición de Tic Informática-. Su calidad y rendimiento son prácticamente idénticos a los ordenadores de marca, y su precio ostensiblemente menor. Los portátiles arrojan la ventaja de su libertad de movimientos y su posibilidad de, en caso de que sea preciso, se puedan conectar a puertos externos como impresoras, ratones, teclados, etcétera. Pero, como los Mac, la inversión requerida es mayor. Quizás contar con uno o dos sea una solución idónea si alguno de los trabajadores desempeña funciones específicas que impliquen desplazamientos continuados y necesidad de libertad. Algo semejante ocurre con los equipos todo en uno como los iMac, las Táblets, y aparatos afines. Suelen emplearse de cara al público por su limpieza de cables, su apreciada estética y, en definitiva, por el prestigio que va unido a su nombre.
Instalar un router permite gestionar las conexiones de la oficina hacia el exterior, mientras que un switch servirá para crear una red interna que mantenga los equipos informáticos y a sus operarios conectados entre sí. Un punto de acceso wifi es otro de los instrumentos básicos de interconexión entre equipos informáticos de sobremesa y otro tipo de dispositivos móviles.
Entre los sistemas operativos, el más habitual entre las pequeñas y medianas empresas es el Windows 7 versión profesional. Respecto al Mac, sus prestaciones son menores, pero a cambio posee la ventaja de que su popularidad entre el usuario medio es mayor, lo que permite su uso eficaz de forma inmediata. Por otro lado, el Windows 8 todavía se encuentra demasiado enfocado a su empleo en dispositivos táctiles y móviles, y no tanto para el trabajo.
Respecto a los periféricos -aparato o dispositivo auxiliar e independiente conectado a la unidad central de procesamiento de la computadora-, la principal herramienta de uso empresarial es la impresora. En este apartado, las impresiones de red se llevan la palma en el caso de empresas que cuenten con un número mínimo de ordenadores en su oficina, su local o sus instalaciones. Se trata de una impresora ligada virtualmente con el resto de equipos por medio de una conexión inalámbrica a través de la cual se envía la información o los documentos a imprimir. La cantidad de dispositivos a adquirir, como es natural, lo marca el tipo de actividad de la empresa. Si el volumen diario de documentos que pasará por la impresora es grande, mejor contar con dos o tres dispositivos con tinta en blanco y negro, más económica. El uso de una impresora a color y de gran calidad en sus resultados se restringe a negocios muy concretos, puesto que el gasto en tinta a color o en impresiones de alta definición es superfluo en la mayoría de los casos. Las impresoras también son una herramienta útil que agiliza la reproducción de documentos, así como de papel si, además, incorpora un escáner entre sus propiedades.