Para aquellos empresarios que se mueven entre los círculos ejecutivos en los que se intercambian ideas, contactos y planes de negocio, no les sorprenderá que siempre haya una persona que te ofrece robotizar tu empresa. Y no hay que irse tan lejos, si conoces a varios empresarios, seguro que uno está pensando en invertir en robótica para su empresa.
Solo hay que ver cómo se está invirtiendo en Silicon Valley en las start ups relacionadas con la inteligencia artificial y la robótica, para darse cuenta de que el futuro pasa por aceptar este fenómeno. Lo que a día de hoy sigue intentando retrasarse al máximo por los trabajadores, ya que siempre está el miedo a perder el trabajo.
Pero la realidad es que las tareas que se robotizan son aquellas en las que el trabajador no aporta un valor diferencial, es decir que son funciones estándar y reiterativas que no siempre se hacen de la misma manera. Es el ejemplo clásico del montaje de algunas piezas en las cadenas de montaje.
Además, uno de los factores que tienden a olvidarse con frecuencia, es que las máquinas necesitan operarios, analistas y mecánicos para cuando se estropean. Y esto requiere a su vez de mano de obra especializada que sepa como realizar todas las funciones necesarias para que la máquina sea productiva.
Un ejemplo muy reciente de robotización es Amazon, que ha introducido en los almacenes robots que se encargan de llevar los distintos productos que integran los pedidos a los operarios. Esto supone un ahorro de tiempo, y un mejor aprovechamiento del trabajo, lo que permite aumentar la productividad.
Pautas para implementar la robotización de forma responsable
En primer lugar, para llevar a cabo cualquier reforma que requiera robotización hay que tener en cuenta de que se tienen que realizar importantes inversiones. La inversión es imprescindible para realizar cualquier mejora, pero esto no quiere decir que se tenga que derrochar dinero de manera exagerada.
Cuando se estudia realizar una inversión debe estudiarse con detalle cuáles son las necesidades de mejora, los puntos fuertes que se quieren potenciar y cuál es la mejor manera para hacerlo. Esto nos dará grandes resultados a largo plazo, y los beneficios que se obtendrán serán mucho mas grandes que el coste de la inversión.
En segundo lugar, debe analizarse los procesos, y para ello se debe estudiar cuáles son los procesos más ineficientes que se están llevando a cabo en la actualidad. En este punto merece la pena mencionar que detectar y sacar a la luz los puntos negativos puede levantar ampollas en el personal. Pero todo se hace en pro de mejorar y de dar un giro significativo a la empresa.
En tercer y último lugar, vamos a hablar sobre la apertura a la robotización. Muchas empresas piensan que su modelo de negocio no encaja con la robotización, y ese planteamiento es bastante desacertado, a no ser que seas de esas personas que su mayor objetivo es ver cómo se acaba una obra.
Un ejemplo de robotización, en sectores en los que es difícil imaginarla, es el del sector farmacéutico. Un sector con mucha tradición, pero con una buena planificación puede llegar a ser muy eficiente. Empresas como Expofarm ofrecen soluciones individualizadas relacionadas con la robotización para el sector farmacéutico, para que puedas concentrarte en lo importante.
En conclusión, la robotización es algo positivo hoy en día y no hay que estigmatizarla por la pérdida de empleo que puede llegar a suponer, porque también ofrece otras oportunidades laborales destacables.