Cuando llegan las crisis, tanto la venta como el alquiler como tal de las naves industriales suele pasarlo mal. Hay empresas que cierran sus actividades y otras lo que hacen es reducir las instalaciones. Por todo ello, bastantes naves terminan por quedar desiertas y algunos polígonos pasan a funcionar a medio gas.
En la anterior crisis, la del 2008 pasó eso, y después vimos empezar el auge del comercio electrónico. Las empresas, en cuanto llegan a un nivel de pedidos determinado, precisan de un gran espacio para el almacenaje del stock y no cualquiera clase de espacio, debemos saber que tienen que cumplir una serie de requisitos concretos, tanto en cuanto a dimensiones como en situación y comunicaciones.
Naves y polígonos para el e-commerce
Por lo general, como nos comentan los expertos de ingenierosdurhi.es en proyectos de construcción, las naves industriales que son más adecuadas en el comercio electrónico acostumbran a ser las de gran tamaño. Si la empresa que se dedica al comercio electrónico es importante, como pasa con Amazon, va a precisar de varias naves o incluso de un polígono industrial para ella sola.
De forma paralela, un polígono, en el que se hayan instalado una o varias naves de una empresa que se dedique al comercio electrónico, suele dar gran vida a las que pasan a quedarse en los alrededores. Hablamos del conocido como efecto llamada. No olvidemos que otras empresas que se relacionan con ella, las de tamaño más reducido, se suelen instalar próximas.
El comercio electrónico, una nueva vida para las naves y polígonos industriales
Vamos a ver, tomando el ejemplo de Amazon, algunos casos…
Amazon en la ciudad de Barcelona
En ocasiones las empresas construyen el centro logístico en terrenos que están junto a polígonos industriales que ya existían, como se hizo en Barcelona, más concretamente en el polígono industrial Can Roqueta de Barberá del Vallés. Lo mismo podríamos decir de Sevilla, donde también dispone de uno en el Puerto de Sevilla.
No olvidemos que, tanto las naves como los polígonos industriales que suelen tener una demanda más importante son los que están en las zonas de fuera de las ciudades. En especial lo que están en los alrededores de las capitales de provincia o que están al borde de carreteras de especial gran capacidad. Esto lo podemos ver en Madrid, por ejemplo, con el centro que tienen en Illescas en Toledo, que está a unos 35 km de la calidad de España.
Cuanto más próximo a las ciudades, la demanda es más grande
El aumento del alquiler, compra y la construcción de este tipo de naves de tipo industrial ha crecido progresivamente en la década pasada, pero no de forma homogénea en toda España, pues se ha notado de forma especial en zonas de Madrid y Barcelona, así como en Valencia y Sevilla.
Comunidad de Madrid
Un informe que se elaboró en 2016 sobre el estado del mercado de la logística hablaba del repunte del sector en esta región, en especial en la zona del Corredor del Henares, que llegaba a concentrar del orden del 80% de las operaciones realizadas en la Comunidad.
El comercio electrónico, una nueva oportunidad para las naves y polígonos industriales
En aquel año se pudo ver como crecían los alquileres de naves industriales en polígonos como Tres Cantos, Las Rozas o Pozuelo.
Otra zona que tiene grandes perspectivas es Arganda del Rey, que quiere que sea un centro importante para dar respuesta a las necesidades de comercio electrónico.
Barcelona y su Zona Franca
En el polígono de la Zona Franca, vivimos un cierto renacer con el auge del comercio electrónico, caso de los ejemplos actuales de la nueva plataforma logística del gigante Mercadona.
Nuevo modelo de logística que se impulsa gracias al comercio electrónico
El gran crecimiento del volumen de los paquetes que ha provocado el comercio electrónico hizo que además de los clásicos retailer, las compañías de mensajería amplíen sus instalaciones y se hagan con una cantidad mayor de espacio en las naves industriales.
Como vemos, el sector industrial sabe muy bien la ruta a seguir y es clave para el desarrollo de las zonas fuera del centro de las grandes ciudades, pero no muy lejos. Con ello al final salen todos beneficiados, pues además las distancias son menores y así también se produce un ahorro a nivel de transporte y de tiempos de entrega.
Vivimos tiempos de cambios y el auge que vivimos, parece normal que esta tendencia siga al alza, por lo que la construcción de naves industriales a medio y largo plazo irá creciendo, sin duda.