Hoy en día vivimos en una sociedad cada vez más competitiva en la que tenemos empresas que se dedican a la misma actividad que nosotros alrededor, por lo que tenemos que diferenciarnos de ellas para seguir manteniendo nuestro volumen de negocio. En este sentido, hace tan solo unos años nuestros competidores directos eran los comerciantes que tenían sus locales junto a los nuestros, sin embargo, en la actualidad, estos competidores pueden tener su sede en cualquier parte del mundo y aún así ser rivales directos nuestros.
Esto se debe, sobre todo, a la globalización y la logística, quienes han conseguido que, en muy pocos años, tengamos un planeta Tierra interconectado y en tan solo unas horas o días podamos recibir pedidos de cualquier parte del mundo en la comodidad de nuestro domicilio. Es por ello por lo que ahora es más vital que nunca poder diferenciarse de la competencia y es que solo de esta forma conseguiremos mantener nuestra cuota de mercado, así como si lo hacemos realmente bien lograremos aumentarla para tener unos beneficios mayores, algo que, sin duda alguna es muy interesante para seguir creciendo y progresando como empresa.
Así, tal y como os decimos, una de las mejores formas que encontramos en la actualidad para diferenciarnos de la competencia son las certificaciones de calidad. Y es que este tipo de sellos de calidad son los que garantizan nuestros procesos, nuestros valores y, con ellos, conseguiremos tener una reputación mucho mejor que la de las demás compañías que operan en todo el mundo. Esto se debe a que estos certificados no son únicos, sino que cada uno de los procesos de nuestra compañía puede obtenerlo, de tal forma que garantizamos todos y cada uno de los pasos que damos, así como aumentamos nuestros estándares de calidad por encima de la media. Por ello, una empresa puede obtener certificaciones para asegurar que cumple con las mejores prácticas en calidad, en lo que respecta al medioambiente o en temas de seguridad alimentaria, laboral o tecnológica, entre otras. Así, por citar algunas de las certificaciones más habituales mencionamos las siguientes:
- Calidad: ISO 9001, UNE 175001. UNE-EN 15017, GDP, GMP-ISO 22716, CALIDAD TURISTICA Q.
- Medioambiente: ISO 14001, PEFC Y FSC, EMAS.
- Alimentación: ISO 22000, APPC, SAE, Control de Alérgenos, IFS, BRC.
- Y también las hay en Tratamiento de Datos y Seguridad Laboral, entre otras.
Pero lo cierto es que, llegados a este punto, muchos nos preguntamos como se consigue una certificación de calidad y para ello, no hay nada mejor que contar con la ayuda de EFC Dynamic Certification y es que ellos son expertos en esta materia y conocen de primera mano todos los entresijos de las certificaciones de calidad, por lo que, tras unos sencillos pasos podréis obtener una certificación para vuestra compañía. Por ello, si ya estás realmente convencido de las bondades que traerá esta certificación para tu compañía, con independencia del tamaño y sector del que esta sea, lo cierto es que debes ponerte en manos de expertos para conseguirla. Si bien, no debemos de caer en la trampa de que nuestros competidores tienen ya una o varias certificaciones y debemos superarles, porque las prisas no son buenas consejeras. En este aspecto, como os decimos, si ya somos conscientes de las bondades de estas certificaciones, lo mejor es ponerse con calma, pero manos a la obra y entrar en contacto con una consultoría con experiencia y clientes satisfechos con su trabajo.
Y es que, para lograr la acreditación, la consultoría que elijamos nos acompañará en todo el proceso de fijación de la metodología y plan de trabajo incluyendo todas las fases del asesoramiento inicial, análisis de la información, la formación, la elaboración de toda la documentación, la tramitación y el seguimiento, la realización de auditoría interna y acompañamiento a la auditoria de certificación. Una serie de trámites que siempre se han de hacer dentro de los horarios que la empresa establezca para no entorpecer su normal funcionamiento.
La profesionalidad, un apartado a tener muy en cuenta
Quizá pueda pareceros una chorrada, pero lo cierto es que la profesionalidad es un apartado a tener muy en cuenta porque en un mercado tan competido debemos cerciorarnos de la experiencia del consultor, o equipo de consultores, que van a ayudarnos en todo este camino. Y de que sean personas acostumbradas a adaptar la norma a las características propias de la actividad y el tamaño de la empresa, y no al revés.