Una buena colocación de la pizarra exige las manos de un profesional experimentado para asegurar en todo momento una correcta instalación de la cubierta y la garantía de un buen resultado en cuanto a una mayor durabilidad en el tiempo, así como un bajo mantenimiento de la misma. La colocación de la pizarra, según manifiestan los especialistas, no es un tema demasiado complejo ni exige grandes esfuerzos, simplemente hay que seguir un método y ser riguroso en su aplicación.
La pizarra es una roca de grano fino que por sus propiedades es un material excelente utilizado desde la antigüedad en la construcción de todo tipo de edificaciones y suelos, si bien la colocación en cubiertas de tejados es la opción más utilizada por su perfecta adaptación a todo tipo de diseños y construcciones de cubiertas ya sean ligeras, cubiertas pesadas de forjado unidireccional, cubiertas inclinadas, tejados con alto valor histórico, etc. Por ello, sobre todo en el caso de tejados con valor histórico, los técnicos de patrimonio solo nos permitirán contratar las reformas con empresas líderes en este sector. Pizarras y derivados es una de estas compañías con la que podemos contar y es que está especializada en la comercialización y distribución de pizarras para tejados, suelos y exteriores, desde hace más de tres generaciones, con el objetivo siempre presente de lograr la plena satisfacción de sus clientes ofreciendo un producto de la más alta calidad, homologado siguiendo las normas de calidad en vigor, y a un precio competitivo.
La forma más habitual de colocación de la pizarra en las cubiertas es sobre rastreles de madera tanto verticales como horizontales, generalmente de madera de pino tratado en autoclave con fungicidas e insecticidas, para crear una estructura de malla con capacidad y resistencia para sujetar el peso de la pizarra. Al mismo tiempo que de esta forma se crea una cámara de aire que mantendrá en todo momento la base del tejado libre de cualquier tipo de condensación. Si se desea mejorar esta opción, a la vez que protegemos y dotamos a la edificación de un mayor aislamiento término se puede optar por la colocación una plancha de poliestireno extruido o la aplicación de una capa de espuma de poliuretano proyectada, con lo que lograremos una cámara con un gran poder aislante, que se sumará a la ya de por si propiedad como aislante térmico que posee la pizarra y consiguiendo así que el ahorro energético de la vivienda será mucho mayor. Los objetivos finales que se buscan en la colocación de una cubierta de pizarra son la estanqueidad, la impermeabilidad y la durabilidad de la misma, así como una buena relación calidad – precio.
La falta de trabajadores cualificados y la cada vez más importante y creciente salida laboral en un sector que actualmente está atravesando una gran fase de expansión, no solo a nivel nacional sino también internacional con exportaciones a países como Francia, Bélgica, Alemania, Inglaterra, Suiza, Luxemburgo, Japón, Estados Unidos, Noruega, etc., ha llevado a que la Xunta de Galicia, la comunidad autónoma de nuestro país donde se genera el 60% de la producción nacional, haya puesto en marcha en A Coruña en el Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP), un ciclo formativo de grado medio de FP, dirigido a formar alumnos especializados. Este ciclo tiene una duración de dos años, distribuidos en 1.165 horas, de las que 300 se realizarán mediante prácticas en empresas del sector. Entre los requisitos que se exigen para poder matricularse en este curso es contar con la graduación en ESO o haber realizado el segundo curso de bachillerato, asimismo, también pueden matricularse las personas que cuenten con el título de técnico auxiliar o técnico, o incluso que cuenten con la titulación de las enseñanzas en artes aplicadas y oficios artísticos.
Otras opciones laborales en el sector de la pizarra
Además de las que os hemos mencionado anteriormente, la escuela de colocadores de pizarra del Centro Tecnológico de la Pizarra de Sobradelo de Valdeorras, en Ourense, imparte un curso de técnico auxiliar en cubrición de edificios en la especialidad de pizarra, regulado y homologado por el Ministerio de educación, con treinta y dos semanas de duración, distribuidas desde el 1 de octubre al 30 de abril en el centro educativo, y del 1 de mayo al 30 de junio en prácticas en el centro de trabajo.
