Que los destinos de costa reciben búsquedas por internet no es una sorpresa para nadie, lo que tal vez nos asombre es que no solo lo hacen en verano, y no solo para alquileres vacacionales.
Las costas españolas se han convertido en un lugar escogido para retirarse a vivir o para invertir en bienes inmuebles.
En lo que llevamos de año en las islas baleares se han vendido más de 15.000 viviendas. En la Comunidad Valenciana, otro de los destinos costeros preferidos por nacionales y extranjeros, en el 2024 se cerraron más de 100.000 operaciones inmobiliarias.
Los extranjeros compran el 25% de las viviendas que se ponen a la venta en la costa española. En determinadas zonas este porcentaje se supera con creces. En la costa del sol, la inversión extranjera absorbe el 32% de la oferta inmobiliaria. En la costa brava catalana, el 27% de los inmuebles los compran personas de otros países. Principalmente europeos. Ingleses, alemanes, franceses e italianos son los extranjeros que más suelen comprar en las costas de nuestro país. Bien para adquirir una segunda vivienda o para fijar allí su residencia.
Respecto a los hábitos de búsqueda, tanto para compra como para alquiler, según datos del Observatorio de la Vivienda, un 48,5% de los usuarios compra o alquila piso por medio de portales inmobiliarios. Este porcentaje es sensiblemente superior en las zonas de costa. Un 22,6% lo hace a través de las páginas web de las inmobiliarias y solo un 11% recurre a webs de anuncios como Wallapop o Milanuncios.
Hay que tener en cuenta que en los portales también operan las agencias inmobiliarias. Este canal les permite llegar a un público mucho más amplio.
Las zonas de costa donde más se vende.
Según el portal Idealista, más de la mitad de la demanda para comprar piso en la costa se concentra en 3 comunidades autónomas: Baleares, la Comunidad Valenciana y Cataluña.
En lo que se refiere a búsqueda de inmuebles con un ticket de venta medio alto, las Islas Baleares concentran 31 localizaciones que se encuentran entre las 100 más buscadas. Entre esas localizaciones, por supuesto, está Ibiza, Palma de Mallorca y Formentera, pero también otros destinos como Buñola y Llucmayol (en Mallorca) y Sant Josep y Santa Eulalia, en la isla Ibiza.
El ticket de compra en la Comunidad Valenciana es inferior al de las Baleares. Centrándose la oferta en ciudades de Valencia como Gandía y Cullera; de Castellón como Oropesa y Benicasim y de Alicante como Benidorm y Altea.
En Cataluña, la Costa Brava en Girona concentra la mayor parte de la demanda, seguido de ciudades de Barcelona como Sitges y de Tarragona como Salou y Cambrils.
En lo que se refiere a la venta de inmuebles en el litoral cabe destacar el auge del mercado de lujo. Un sector inmobiliario que no para de crecer en los últimos años. Nuestro país es un lugar preferido para este tipo de adquisiciones. La Costa del Sol en Málaga es la zona más buscada, con localizaciones como Marbella, Estepona, Benalmádena o las urbanizaciones de Benahavís, que cuenta con algunos de los precios más altos del mercado.
Otras áreas como la provincia de Alicante están irrumpiendo con fuerza en la venta de inmuebles de lujo en la costa. Con un diseño vanguardista, acabados de primera calidad y con unos precios inferiores a los de otras zonas exclusivas tradicionales, como Málaga o las Baleares, localidades como Denia, Jávea, Altea o algunas zonas de Alicante capital están atrayendo las miradas de los compradores de este tipo de inmuebles.
Comprar en la costa para alquilar.
Una actividad que se ha puesto de actualidad en los últimos años es la de comprar inmuebles en la costa para arrendarlos como alquileres vacacionales. Aunque hay que hacer una inversión inicial para adquirirlos, se trata de un negocio muy lucrativo. Los pisos, chalets y villas se alquilan por periodos cortos de tiempo, a unos precios, que solo en temporada de verano superan el doble de lo que se facturaría en un año en un alquiler de larga duración.
El blog sobre inversiones Minut presenta una lista de los mejores lugares para comprar con intención de rentabilizar el inmueble por medio de alquileres vacacionales. Para realizar esta lista se han basado en la demanda y en el precio de alquiler por noche. Estos son los mejores lugares donde comprar para alquilar:
- La costa del sol. Como hemos señalado antes, gran parte de la costa del sol se ha especializado en turismo de lujo, donde se ha labrado una reputación internacional consolidada. Esto hace que el perfil del turista que busca alojamiento en esta zona esté bastante definido. El precio medio de alojamiento en un piso en una noche en la costa del sol en temporada alta es de 169 €.
- Sitges (Barcelona). Esta localidad situada en la Costa Dorada tiene la característica de recibir visitantes durante todo el año. En los años 90 se convirtió en un destino emblemático para el turismo gay. En la actualidad, aunque mantiene ese ambiente liberal, festivo y desenfadado de finales del siglo pasado, se ha abierto a todo tipo de visitantes. El buen clima y la calidad de sus playas atraen a todo tipo de turistas. El precio medio de alquiler por noche en temporada alta es de 164 € y en temporada baja de 107 €.
- Valencia (Ciudad). La capital del Turia se ha convertido en un destino turístico interesante. Reúne varios alicientes sugestivos como playa, cultura, gastronomía, fiesta; todo ello unido a los servicios propios de ser la tercera ciudad más grande del país. La ciudad de Valencia recibe turistas durante todo el año. El precio medio de un alquiler turístico en Valencia en temporada alta es de 110 € la noche y en temporada baja de 98 €.
- Palma de Mallorca. Gran parte de las Baleares tienen el problema de que reciben muchos turistas, pero tienen una oferta limitada de alojamiento, esto hace que se disparen los precios. Palma no es Ibiza, pero aun así, alojarse en la capital de las Baleares no es barato. Esto no impide que de mayo a septiembre está rondando el 90% de ocupación en los alquileres vacacionales. Un alquiler en Palma en temporada alta es de 192 € la noche y en temporada alta de 82 €.
- Barcelona. La ciudad condal se ha convertido en la tercera ciudad más visitada de toda Europa. Aunque el alquiler turístico está bastante controlado por el ayuntamiento, Barcelona es una bicoca para el alquiler vacacional. Barrios populares como La Barceloneta o el Borne se han transformado en espacios ocupados por los turistas. El precio medio de un alquiler turístico en Barcelona no baja de los 120 € la noche durante todo el año.
Los clientes prefieren tratar con inmobiliarias locales.
A la hora de comprar, aunque el usuario haya encontrado una oferta interesante en un portal inmobiliario, la mayor parte de las veces prefiere tratar con un particular o con una inmobiliaria local para cerrar la operación.
En ocasiones, el usuario entra en contacto con la inmobiliaria por un anuncio y termina comprando otro inmueble que se adapta mejor a sus gustos o necesidades. Es el caso de Toñi Aguilar, quien para comprar un apartamento en la playa de Denia (Alicante) se puso en contacto con Romer Playa, una inmobiliaria local que lleva más de 25 años vendiendo y alquilando pisos de obra nueva y de segunda mano.
Toñi cuenta que aunque conocía Denia de haberla visitado algún verano, su conocimiento sobre la zona era bastante limitado. El asesoramiento de la inmobiliaria amplió sus horizontes, descubriéndole zonas de la ciudad que desconocía y ayudándole en todos los trámites. Se trata, por tanto, de un trato cercano que infunde confianza en el comprador.
Otra relación se da en el caso de los alquileres de corta duración. La popularidad que han alcanzado plataformas como Airbnb, y otras parecidas, hacen que el turista se centre principalmente en el precio y en la ubicación, despreciando otros factores como quién le alquila el piso o quién se lo gestiona.
De hecho, muchos de estos alquileres se tramitan completamente online. El usuario no entra en contacto directo con ninguna persona reconocible. La reserva y pago se efectúa por internet y la entrega y recogida de las llaves por medio de consignas, en ocasiones, digitales.
Solo un pequeño porcentaje de las personas que alquilan prefieren hacerlo a través de inmobiliarias locales. Nos referimos a familias con hijos, donde los progenitores tienen entre 40 y 55 años y en la mayoría de los casos de origen español.
Para estos usuarios, alquilar un apartamento a una inmobiliaria que tiene una sede física en su lugar de vacaciones les infunde seguridad en el caso de que tengan que solventar una incidencia o presentar alguna reclamación.
Otro dato a tener en cuenta es que el alquiler y la venta de inmuebles en la costa han sobrepasado el periodo estival. Por lo que los interesados hacen búsquedas en los portales y visitan las webs de las inmobiliarias de estas zonas durante todo el año.