Estamos acostumbrados a verles en las películas o en las series de televisión. Lo que ocurre es que normalmente siempre investigando algún tipo de asesinato y en busca de un asesino en serie que va matando según unas premisas, por ejemplo, las fases lunares. Pero el empleo de detective es muy habitual. Y hay un tipo de detective que es el que nos vamos a fijar hoy, el detective laboral. Es decir, aquel que está relacionado con los temas de trabajo. Empresas como Castellana Detectives es referente en España en este sector.
Nos ponemos en situación. El modelo de empleo de este país concede a los trabajadores el derecho a seguir percibiendo una parte variable de su sueldo, aún sin trabajar, siempre que presenten de manera correcta los partes médicos oportunos provenientes de la Seguridad Social o de la Mútua. Pero claro, la picaresca nacional aparece siempre a escena.
Al final este derecho puede ser usado por parte del trabajador como arma contra la empresa que le da trabajo e incluso como estilo de vida. Todos hemos escuchado alguna vez comentar que, al acudir un trabajador a ciertas instituciones a asesorarse, el primer consejo que se les ha dado es: “date de baja”. Pues para evitar estas cosas está el detective laboral.
Su trabajo consiste en verificar si lesiones son ciertas. En conseguir material gráfico abundante, y sobretodo específico, relativo a la posible causa de la incapacidad. Estas pruebas, conseguidas siempre respetando escrupulosamente la legalidad, pueden aportarse al tribunal médico o a la Mutua para su valoración. No es la primera vez que se ganan juicios contra los empleados. Es más, con la famosa crisis aumentó este tipo de delito.
Uno de los casos más habituales es el de dolores de espalda, de cervicales, etc de los que seguro ha oído hablar. Son temas más delicados que cuentan con la pega fundamental del diagnóstico de “enfermedad común”, que dificulta el derecho del empresario a defender sus intereses. Claro, ante esto estás indefenso. Ahora bien, luego le ves al trabajador jugar con su hijo al fútbol o incluso ponerse a hacer una ñapa en el jardín de su casa.
Control de comerciales
También se puede contratar para controlar el rendimiento de directivos, representantes, comerciales, distribuidores. Son muchas horas las que están fuera del trabajo y no sabemos lo que hacen. Así se pueden tener controladas sus rutas, su red de ventas, el abandono del puesto de trabajo o la verificación de actividades y horarios en liberados sindicales. Para muchos se puede tratar de un control obsesivo, que roza la legalidad. Sin embargo, todos estos investigadores saben perfectamente las leyes y conocen hasta dónde pueden llegar sin quebrantar las normas.
El aumento en los últimos años de caso ha posibilitado que las investigaciones laborales disfruten de categoría propia y diferenciada de las investigaciones de empresa, donde originariamente y no hace tanto tiempo estaba categorizada. Hay que tener en cuenta y no olvidar, que durante el período de vigencia de la baja laboral, el trabajador continúa amparado en todo momento por los beneficios del contrato laboral que en su momento firmó con la empresa empleadora, y lógicamente percibe buena parte de su nómina mensual.
Por lo tanto piensa que este trabajador no solo engaña a la empresa, sino también a la Seguridad Social, y por tanto, a todos nosotros. De ahí que esté a favor de la figura de un detective laboral en las empresas.