Estamos ya a escasos dos meses de las fiestas navideñas, un momento en el que las empresas aprovechan para hacer unas cenas o comidas de confraternización a las que asisten sus empleados. Pero ¿sabes ya cómo la vas a hacer? Desde aquí aprovecho la ocasión para contarte la exitosa experiencia de mi compañía el año pasado, donde tan bien nos fue contratando un servicio de catering en Madrid.
Y es que este tipo de reuniones entre trabajadores son muy importantes y son un gran termómetro para medir cómo de bien se llevan nuestros empleados y también la relación que existe entre ellos y sus superiores, si es cercano o si por el contrario es más bien fría. Se ve este por ejemplo en cómo nos sentamos a la mesa, si dispersos o por secciones, si por categorías o por afinidad… También nos sirve el ver cuántas personas acuden a la convocatoria. Es también además un momento distendido donde se pueden fomentar los acercamientos entre personas de diferentes rangos en la corporación que en otra situación no se hubiesen dado quizás por un entorno más formal.
Normalmente este tipo de encuentros suelen hacerse con motivos especiales como los cumpleaños de la empresa o, lo que es más común, las fechas navideñas, donde todos aprovechamos para hacer estas confraternizaciones no solamente con la familia, sino reuniéndonos también con amigos, con compañeros de universidad, etc. Es una época en la que pese a estar mucho más ocupados tenemos también otro humor, nos sentimos más alegres y cercanos a los que nos rodean.
Así, las empresas aprovechan también este buen clima para organizar las míticas cenas de Navidad para las que siempre encontramos tantos consejos sobre cómo comportarse si uno es un empleado, para no meter la pata o no pasarse tanto de la raya, pero ¿qué es lo apropiado si nos toca jugar el papel de empresa como organizar del acto?

Pues bien, como os decíamos, el año pasado en mi empresa esta reunión fue todo un éxito. Contratamos a uno de los mejores servicios de catering de Madrid, En tus fogones, conocidos por la gran calidad de su menú y la eficacia en la gestión de este tipo de eventos. Nos decantamos por ellos por las buenas recomendaciones que habíamos recibido y porque no queríamos salir de la empresa, ya que conducir por Madrid en estas fechas suele ser de lo más estresante. Simplemente nos dedicamos a prepararlo todo en la sala de juntas para cenar allí cuando se terminase la jornada laboral.
La comida estaba exquisita, por lo que los empleados y también los jefes salieron muy contentos. Pero además este catering se encargó también de ponernos todo tipo de facilidades, como ayudarnos con los servicios, traer un disc jockey para pinchar música durante el cóctel y en las copas, e incluso nos facilitó un fotógrafo para que pudiésemos tener recuerdos de ese día que luego fueron repartidos entre todos los trabajadores a través del correo electrónico de la empresa.
Asimismo, como broche final a la reunión decidimos agasajar a los empleados con una pequeña cesta de Navidad, que era algo que llevábamos un tiempo sin hacer por razones económicas y que junto con el tema de la congelación salarial tenía algo desmotivados a los trabajadores. Ellos no se lo esperaban, fue una sorpresa para todos, pero dejó un gran sabor de boca entre todos los asistentes, que se fueron después de que el director general cerrase la cena con un discurso de despedida en el que les daba las gracias por su trabajo y los esfuerzos y le animaba a que este año fuese igual de bueno o mejor que el anterior.