Renovar la flota (de ordenadores)

En las oficinas hay varias herramientas de trabajo que sufren con mayor ímpetu el desgaste propio del trabajo realizado. Además del mobiliario, las máquinas expendedoras o de café y algunos elementos accesorios para los empleados, los ordenadores tal vez sean los que más sufren este trabajo de oficina en su desgaste. Pero, ¿sabías que en torno al 80 % de los casos, el usuario de un ordenador no lo utiliza nada más que el 20 % de su potencial? Esto quiere decir que los ordenadores de segunda mano, en la mayoría de casos, tras una pertinente revisión, están perfectamente capacitados para volver al mercado de trabajo en unas condiciones óptimas y sin achacar la “edad” y el deterioro del tiempo.

Renovar la flota de ordenadores en una empresa con muchos puestos de trabajo de oficina puede resultar un ejercicio complicado y duro para el bolsillo y el balance de la entidad a final del curso. Evidentemente, aunque los precios han bajado mucho en los últimos años, en lo relacionado con los equipos tecnológicos nuevos, esto se nota mucho más cuando la compra es para un particular. Pero una empresa, si quiere renovar la plantilla de máquinas para sus trabajadores, necesita muchos terminales. Si unimos este aumento en lo referente a la cantidad con la mayor necesidad de calidad en lo referente a componentes y materiales, ya que la carga de trabajo de un ordenador, ya sea portátil o no, en una empresa es mucho mayor que en el hogar de un usuario particular, lo que tenemos es un evidente aumento del presupuesto necesario para esta renovación de utilitarios.

Sin embargo, aunque a priori para un empresario pueda parecer de mal gusto, existen opciones que se ajustan mucho mejor al rango de calidad y precio buscado por los expertos. Las tiendas de venta de ordenadores de segunda mano en Madrid y otras ciudades suponen una opción viable para que el recambio de la plantilla de ordenadores no suponga un escollo demasiado inasumible para la empresa. Vaya por delante que la operación no es tan simple como anuncia la expresión “segunda mano”. ¿Son ordenadores usados? Sí, de ahí el concepto. ¿Pero pueden funcionar y dar servicio a una empresa? Por supuesto, las tiendas en cuestión evalúan, reparan e insertan nuevas piezas para ofrecer una máquina que garantice el trabajo, las tareas y la resistencia a la carga de responsabilidad a la que van a ser sometidos en su nuevo puesto en las oficinas.

No hay duda de que, con el fin de optimizar la jornada laboral del trabajador, la conjunción entre equipo electrónico e informático y trabajador ha de ser total. De nada sirve que el trabajador venga dispuesto a ofrecer lo mejor de sí mismo si el ordenador sufre ralentizaciones o directamente no está preparado para ofrecer un rendimiento adecuado a las necesidades de la empresa (sean estas algo ligero como un procesador de textos o cuadro de Excel o algo complejo y difícil como la generación de piezas por el programa AutoCAD). Hay algo que no cambia en casi la mayoría de empresas y es la creciente necesidad, casi dependencia absoluta, de ese rendimiento de las máquinas.

Ese es el motivo principal, o uno de ellos, por los que la flota de máquinas se suele cambiar con cierta asiduidad, o al menos esa es una de las recomendaciones de funcionamiento y optimización de recursos de las entidades empresariales. Pero por supuesto los tiempos que corren imposibilitan en la mayoría de casos que esta renovación se efectúe gracias a la compra de equipos nuevos a estrenar, por lo que la opción de los ordenadores de segunda mano cobra una relevancia cada día mayor.

Nuestro consejo es que, si necesitas cambiar tus ordenadores, acudas a informarte a un establecimiento que se dedique a este tipo de cometidos. En las ciudades como Madrid y Barcelona, con tanto volumen de trabajo empresarial, existen muchas tiendas como IDC, situada cerca de la población de Torrejón de Ardoz, que ofrece alternativas de mercado y consejos de uso y adquisición a los empresarios para optimizar el rendimiento de sus equipos. Al final, ese es el único objetivo de una empresa, la optimización de rendimientos y beneficios.