A todos nos llegará. Hay una “ley de vida” que no podemos evitar ninguno. Y es que todos nos hacemos mayores y algún día seremos ancianos (y daré gracias por llegar a esa etapa). Y con ello llegan muchos otros problemas, con el avance de la edad: problemas de salud, aparición de enfermedades, envejecimiento de huesos y así un largo etc.
Por eso yo he llevado a mi abuela, ya senil, a uno de los apartamentos de esta residencia llamada Sanvital, que no es una cualquiera, para mi es la mejor, porque yo quiero lo mejor para ella. Si estáis buscando que cuiden bien a alguna persona mayor y le den mucho cariño y buenos cuidados, sin duda acudir ahí.
Y el asunto, por no llamarlo problema, es que se hace con las personas mayores que o bien no tienen familia para que pueda cuidar de ellos o ayudarles, o que directamente la familia pasa y se desentiende del problema por los motivos que sea y que no vamos a entrar a debatir.
Sin embargo para el esto hay alternativas hoy en día tales como las residencias de ancianos y apartamentos.
Las residencias de ancianos tienen muchas ventajas y es que siempre están cuidadas por personal especializado ya sean auxiliares, cocineros, enfermeros, médicos…Otra de las ventajas que tiene es que parte de ese personal esta continuamente en la residencia las 24 horas del día por si a alguno de los ancianos les ocurriera algún tipo de desgracia. También organizan todo tipo de actividades de entretenimiento: desde bailes de salón y talleres hasta excursiones a otras ciudades. Por lo general los familiares pueden ir a visitarlos cuando quieran. Y para esos ancianos que les falta ese cariño familiar siempre tendrá la compañía de sus vecinos. Un pequeño problema, aunque sin importancia, es de los horarios; y es que al tratarse de un lugar con muchas personas lo mejor que se puede hacer es establecer una serie de horarios para las comidas por ejemplo y eso quizás a los abuelos les moleste un poco.
Sin embargo en un apartamento tiene más libertad pues sigues siendo dueño de ti mismo y de tus quehaceres diarios. Lo bueno de los apartamentos es que, los que pueden permitírselo, suelen alquilarlos o comprarlos en sitios buenos, sitios que a muchos nos gustaría tener como es la misma playa o cerca de esta. De hecho un gran ejemplo lo tenemos aquí en España, donde numerosos ancianos británicos, alemanes y norte de Europa vienen a las costas españolas a disfrutar del clima mediterráneo y de las fabulosas playas. Un apartamento quizás sea algo mas caro que una residencia pues al alquiler mensual, o en su defecto hipoteca, tienes que sumarle los gastos que ello conlleva como la comida y demás gastos de un hogar. Aunque hoy en día hay muchos apartamentos que estas unidos en complejos siendo controlados por personal especializado como el de una residencia. Como el que os aconsejaba al principio.
Está comprobado que los ancianos que más uso dan a los apartamentos a pie de playa o similares son aquellos que tienen mayor poder adquisitivo, coincidiendo con ello que la mayoría son los británicos, germanos etc. Los ancianos autóctonos de España son mas bien tradicionales y la mayoría de ellos se decanta por residencias cerca del lugar donde siempre han vivido o cerca de la familia.
Así que lo importante es que después de una larga vida de trabajo, de cuidar a la familia etc, al llegar la famosa jubilación es que todos ellos disfruten de una manera u otra de lo que resta de vida, porque nos lo hemos currado durante muchos años, y nos lo merecemos.
Y sobre todo recordar, como dijimos al principio, que a todos nos llegará. Lo que debemos de hacer es anticiparnos e ir ahorrando si queremos disfrutar de una buena jubilación y es que todo tiene un precio, pero cierto es que una vez llegada la vejez se debe seguir disfrutando de la vida y que tal vez debido al trabajo y a las cargas familiares no pudimos disfrutar en su momento. Y para que os pongáis sentimentales y reflexionéis sobre la vejez, os dejo unas frases que, a mi, me llegaron al alma.