Hace poco leíamos en la prensa que el turismo y el sector del lujo tenían una relación muy estrecha y que este último estaba sobreviviendo en los países más afectados por la crisis gracias a los turistas de los estados emergentes como Rusia que se gastaban su dinero durante los viajes que hacían a Europa.
Los turistas con una buena cartera buscan ya otro tipo de experiencias, no les llega solamente con el propio viaje y las vacaciones, sino que buscan también salir de compras por las mejores boutiques de las ciudades en cuestión que visitan. Se les ve cargados de bolsas de las grandes firmas de ropa, adquiriendo plumas y estilográficas o visitando las mejores joyerías de la ciudad para comprar desde relojes hasta piezas de lo más exclusivo. Así, crecen cada vez más las tiendas que las grandes firmas del lujo están abriendo en las ciudades turísticas como Barcelona.
Son también ellos quienes se hacen con los coches de alta gama que ofrecen las empresas de alquiler de vehículos y quienes encargan incluso limusinas para sus salidas por la urbe durante sus estancias de vacaciones.
Y es que como decíamos, ya no se trata de hacer turismo, sino de ganar una experiencia. Y eso se ve también el tipo de locales que visitan. Los mejores restaurantes de la ciudad, así como los clubes más exclusivos son un punto de encuentro para las personas con más dinero y donde además de disfrutar de las vacaciones muchas veces se llevan a cabo importantes negocios entre ellos.
El sector de la hotelería está captando mejor que nunca este mensaje que se ve en la sociedad y está especializándose en atender a este tipo de viajeros. Los alojamientos han pasado de ser cinco estrellas a tener una categoría superior o de gran lujo. Asimismo, el número de habitaciones sencillas ha empezado a disminuir dejando paso a las tan cotizadas suites.
El servicio dentro de los establecimientos está cambiando también. Los trabajadores del sector son cada vez más profesionales y proliferan las escuelas de hotelería y hostelería por todo el mundo para dar un trato más exclusivo al cliente. Desde hablar perfectamente más de dos idiomas hasta asesoramiento personalizado en las visitas de los clientes de lujo son algunas de las tareas que cada vez ocupan más el tiempo de estos trabajadores.
Los visitantes del lujo han pasado de reclamar que se les pida un taxi a que se les asesore en su idioma acerca de los mejores sitios para visitar durante su estancia o que se les ponga en contacto con un personal shopper para salir de compras con él.
La comida es otra de las partes importantes dentro del negocio de la hotelería. Además de llenarse los mejores restaurantes con estos visitantes, los hoteles saben de la importancia de tener un buen comedor en sus instalaciones y han pasado a contratar a los grandes chefs de la zona para dar a conocer una gastronomía local de calidad a los visitantes.
Uno de los hoteles donde se puede encontrar esta experiencia completa en España es el Mercer Barcelona, que cuenta con paquetes especiales para escapadas románticas (alojamiento para dos en habitación doble con desayuno, detalle en la habitación y menú degustación para dos personas en Mercer Restaurante by Jean Luc Figueras), experiencia gourmet (que incluye el alojamiento, un menú degustación el restaurante del hotel ya mencionado y un tour gourmet de tres horas y media por el corazón del barrio Gótico), una experiencia de shopping (donde se pueden descubrir de la mano de un asistente personas las mejores tiendas que se adapten al estilo del cliente, además de las boutiques más singulares de Barcelona, con una vista al Chic Outlet Shopping La Roca Village en vehículo privado), la llamada experiencia de Swith Off Barcelona (que está destinada a aquellos que desean mimarse por unos momentos disfrutando de un masaje relajante de sesenta minutos en la habitación y despertarse saboreando un desayuno exquisito en un entorno histórico y, además, descubrir los baños árabes Aire de Barcelona, situados a pocos metros del hotel) y la opción de descubrir Barcelona y sus atractivos en una Vespa con un tour guiado.
El Mercer Hotel Barcelona está situado en el corazón del Gótico y es un establecimiento único de tan solo 28 habitaciones, que recupera un patrimonio de gran valor histórico para la ciudad, ya que la secuencia histórica vivida abarca desde el s. I d.C., representada por parte de la muralla romana de Barcino, hasta nuestros días, pasando por la época medieval y la moderna.
El proyecto de rehabilitación arquitectónico ha corrido a cargo de Rafael Moneo, quien una vez más ha sabido encontrar el equilibrio entre los elementos recuperados y los de nueva construcción, representados especialmente en el espectacular muro cortina que preside el denominado Patio de los Naranjos.
Toda una experiencia de lujo para los más sibaritas y para los paladares más exquisitos que se está convirtiendo en icono de una nueva corriente en el sector de la hotelería de lujo.