El deporte siempre ha sido un instrumento ideal para cuidar de nuestro cuerpo y de nuestra mente. Practicarlo es una recomendación de todos los expertos en salud, así que negar la evidencia científica no es una posibilidad. No importa qué tipo de actividad deportiva estemos practicando, lo importante es que nos sintamos realmente cómodos y cómodas con ella. Con independencia de cuál sea, nuestro cuerpo va a obtener unos beneficios idóneos para garantizar su cuidado. Creemos que hay pocas cosas en la vida que revistan de una importancia más grande de esto.
El deporte adquiere una dimensión todavía más importante si el grupo de personas a las que no referimos son niños y niñas. Y es que son estas etapas de la vida las que deben ser empleadas en descubrir todas esas prácticas físicas que tanto nos gustan y que tanto nos pueden ayudar en el corto, medio y largo plazo. Por eso es tan importante que exista una educación física en la educación primaria y también en la secundaria. Y por eso es de tanta importancia también que se tenga la posibilidad de apostar por alguna actividad extraescolar que complemente ese esfuerzo físico.
Un artículo publicado en el diario El País en el mes de marzo de este mismo año hablaba de la importancia que tiene la práctica deportiva tanto dentro como fuera del centro educativo, usando como base el hecho de que el 70% de los niños y niñas de nuestro país no hacen el ejercicio físico que es suficiente para tener un modelo de vida saludable. Se trata de un dato que hay que cambiar y que, desde luego, debe ser combatido con la potenciación de actividades extraescolares de corte físico y deportivo. La labor principal de los profesionales que trabajan en ellas es ofrecer esa capacidad para conquistar el desarrollo físico y saludable en la vida de los menores.
Otra información de El País, en este caso con fecha del mes de septiembre de 2019, aseguraba que solo el 40% de todos los niños y niñas hacía el ejercicio necesario para mantener un estilo de vida saludable según lo que establece la Organización Mundial de la Salud. Como habréis podido deducir a estas alturas, hemos ido a peor desde la publicación de esta noticia hasta la publicación de la que hemos enlazado en el párrafo anterior. Esto viene a indicar que somos una sociedad cada vez más sedentaria y que nos enfrentamos a un problema al que tenemos que poner soluciones con urgencia.
Las actividades extraescolares de corte deportivo son la solución para acabar con el sedentarismo entre los niños y niñas. Es el tipo de actividades que les van a permitir adquirir el hábito de practicar algún deporte y empezar a ver necesaria una actividad como esta en su vida. Los datos de los que disponen en Actividades Extraescolares Madrid son claros: más del 90% de los niños y niñas que empiezan a realizar una actividad extraescolar de corte deportivo mejoran su salud física y mental apenas unas semanas después de haber empezado a practicarlas. Se trata, sin duda, de un asunto que debe ser conocido por los padres y madres.
El ‘gaming’, un problema de enormes dimensiones
La alta creación y venta de videojuegos está haciendo más daño que nunca a la salud física de nuestros niños y niñas. Estas personas cada vez se sienten más motivadas para quedarse en casa jugando y desechar la posibilidad de practicar un deporte de verdad, que les exija un rendimiento físico. Como consecuencia, se adquieren kilos, se pierde salud cardiovascular y es difícil cumplir, a fin de cuentas, con los mínimos de práctica deportiva que establecen las diferentes organizaciones especializadas en salud.
Está claro que hay que hacer algo para paliar esta situación… y parte de la responsabilidad de eso recae en los padres y madres de los propios niños y niñas. No recomendamos que esos responsables prohíban a sus hijos e hijas que jueguen a un determinado videojuego. Lo que estamos diciendo es que deben poner por delante de eso la práctica deportiva real. La industria del ‘gaming’ le ha hecho mucho daño a la salud de los menores y hay generaciones que experimentan un porcentaje de sedentarismo que es mucho más que preocupante.
Finalmente, debemos tener en consideración que los videojuegos no solo afectan a la vida de las personas más pequeñas. Hay generaciones enteras de personas que descubrieron un determinado videojuego hace varias décadas y que todavía hoy, a pesar de que ya no son niños, siguen jugando a ese tipo de simuladores. El sedentarismo también se termina adueñando de estas vidas y extendiendo sus múltiples efectos por los cuerpos de las personas que lo sufren. Esa es la realidad contra la que tenemos que luchar y la que debemos evitar a toda costa.