
Con las manos llenas de la grasa de motor…
¡Ya es hora de que todos vayamos cambiando el chip! ¿Por qué lo digo? Porque en mi casa, quien arregla los grifos, las puertas o hace pequeñas pero también grandes reformas, ¡soy yo y no mi esposo! A él, le va más la cocina, la costura y la plancha. ¿Y